domingo, 28 de junio de 2009

TLC CON EE.UU

En primer lugar, habría que reconocer que el Tratado de Libre Comercio con EE.UU. es un medio, no un fin en sí mismo, para favorecer el crecimiento económico. De la misma manera, el TLC por sí solo no es suficiente ni garantiza el desarrollo del país si es que no se da otro conjunto de condiciones que permitan consolidar un entorno competitivo para las empresas y favorable para las inversiones privadas.

El TLC permitiría mantener el ritmo de crecimiento de las exportaciones peruanas a EE.UU., que vienen ingresando de manera preferencial al mercado americano a través del APTDEA. Las limitaciones de temporalidad, condicionamientos, unilateralidad y cobertura de productos, nos impulsan a lograr un acuerdo que haga permanente, que amplíe y que consolide estos beneficios.

El TLC permitiría, también, impulsar las inversiones de EE.UU. y de otros países que verían en el Perú una puerta de entrada a la gran economía estadounidense, pero sobre todo nos forzaría a avanzar en fortalecer nuestras instituciones, como el Poder Judicial, los organismos reguladores e Indecopi, entre otras instituciones.

Sin embargo, también hay costos en la negociación que deben ser identificados, cuantificados y negociados.

Por un lado, están las listas de bienes no agrícolas que EE.UU. busca introducir en el mercado peruano con preferencias arancelarias. Hay que tomar en cuenta que el objetivo final del TLC es lograr una zona de libre comercio, sin aranceles de importación entre los países; motivo por el cual debemos identificar listas de productos, con sus respectivos niveles de sensibilidad, para presentar una propuesta negociadora que le otorgue un mayor plazo de desgravación arancelaria a los productos que producimos localmente y que requieren mejorar su competitividad.

Por otro lado, está el tema de la propiedad intelectual, donde la posición estadounidense buscará fortalecer la protección de sus patentes y una lucha frontal contra la piratería y falsificación de productos. En particular, la industria farmacéutica nacional presionará para el acceso a las patentes, a través de licencias obligatorias que le permita utilizar, preferentemente, las patentes para la producción local de medicamentos.
En general, para enfrentar el reto del TLC con EE.UU. se debe identificar la relación costo-beneficio en cada uno de los temas a negociar. Para potenciar sus beneficios en el país hay una agenda pendiente de políticas que tienen que implementarse paralelamente: reforma del Poder Judicial, reforma del Estado, política de promoción de exportaciones, política agraria, política tecnológica, programa nacional de desarrollo de infraestructura física, entre otras políticas. El reto y la tarea no son fáciles, pero es una oportunidad que no se debe dejar pasar.

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